Fondo rojo y titulo sobreimpreso ; Asistencia, teleasistencia básica o avanzada

¿Asistencia, teleasistencia básica o avanzada?

¿Asistencia, teleasistencia básica o avanzada? Son tres términos que utilizamos para clasificar distintos servicios.

Diferentes términos están rondando, en torno a la palabra << teleasistencia>>. Vamos a tratar de definirla con más precisión, y así, dar nombre a esa suma de servicios que a su alrededor están apareciendo.

La teleasistencia, en continua evolución, no deja de añadir nuevos servicios a los básicos que están entre nosotros desde hace años. Hoy el famoso botón es uno de los muchos servicios existentes.

La medicina, la asistencia sanitaria, con la misma velocidad están cambiando, y además la tecnología, como socia de todas, sigue su evolución exponencial.  

Este constante cambio obliga a nuestro idioma a nominar los nuevos sucesos, y uno de ellos es la enorme proliferación de servicios de teleasistencia.  

1. Teleasistencia básica y avanzada

Como sabemos, hay una asistencia básica, que desde hace años existe, y otra que llaman algunos avanzada, pues además de los servicios básicos incorpora otros muchos.

El CEAPAT explica estos términos en el documento Productos de apoyo para la comunicación en el servicio de teleasistencia. Además, relaciona estos términos con definiciones que desde la administración se han realizado, en decretos o en acuerdos.

El documento recoge las definiciones que la administración hace sobre los términos teleasistencia, teleasistencia básica y teleasistencia avanzada. Definiciones que recogemos a continuación y damos por válidas.

La teleasistencia es un servicio que facilita la asistencia a las personas beneficiarias mediante el uso de tecnologías de la comunicación y de la información, con apoyo de los medios personales necesarios, en respuesta inmediata ante situaciones de emergencia, o de inseguridad, soledad y aislamiento”. LEY 39/2006, de 14 de diciembre.

El servicio de teleasistencia básica, consiste en facilitar asistencia a las personas beneficiarias de forma ininterrumpida, mediante el uso de la tecnología de la información y de la comunicación, con apoyo de los medios personales necesarios, en respuesta inmediata ante situaciones de emergencia, de inseguridad, soledad y aislamiento”.

“Teleasistencia avanzada es aquella que incluye, además de los servicios de teleasistencia básica que la persona usuaria precise, apoyos tecnológicos complementarios dentro o fuera del domicilio, o en ambos casos; así como la interconexión con los servicios de información y profesionales de referencia en los sistemas sanitario y social, desarrollando procesos y protocolos de actuación en función de la situación de necesidad de atención detectada”.

Estos dos últimos términos se recogen en Acuerdo del 19 de octubre de 2017.

2. ¿Asistencia, teleasistencia básica o avanzada?

Como decíamos al principio del artículo, esta constante evolución hace que los términos se desdibujen al sumarse nuevas prestaciones, tecnologías, o formas de hacer las cosas.

Mar Entrambasaguas, de Tunstall Televida, hablaba de la necesidad de definir estos términos, en una teleconferencia a la que asistí.

Desde la aparición de los primeros dispositivos de teleasistencia ha llovido mucho y fuerte.

Ha avanzado la telemedicina, la teleasistencia, la tele consultas, la domótica, la robótica… y todos estos avances han recalado en el escenario de la asistencia.

Muchas alternativas y soluciones nacieron para sortear los problemas consecuencia de la pandemia, pero vista su eficacia, se van a quedar, una vez que esta pase.

Doctor viendo una radiografía en una sesión de telemedicina
Doctor viendo una radiografía en una sesión de telemedicina

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3. La asistencia sanitaria se esta haciendo tele

Ya en Andalucía, mi lugar de residencia, muchas de las consultas de los médicos de cabecera son por teléfono. Incluso algunas de especialistas. El Servicio Andaluz de Teleasistencia, a las personas con algún problema que llama por cualquier urgencia, las pasan para que hable directamente con los médicos del SAS. Y esto acaba de empezar.

Esto mismo está ocurriendo en el ámbito privado. Todos sabemos del éxito de los servicios de tele consulta médica.

Es decir, la teleasistencia se está extendiendo a todos, jóvenes o mayores. Hoy la asistencia a distancia se está normalizando. La vemos normal y necesaria para muchos casos.

La teleasistencia está pasando de ser excepcional para aquellos casos de dependencia, a ser una forma habitual de asistencia para todos los públicos.  

4. Asistencia al bienestar

En nuestro artículo Tecnología y servicios para cuidar nuestro bienestar, hablábamos de los nuevos pilares de la sanidad, como son el cuidado de la salud y la prevención.  Y como en este camino, la observación constante se hace muy necesaria. Vida sana y observación, es una buena pareja en esa nueva forma de hacer las cosas. Es prevenir.

En esta perspectiva, los servicios o sistemas dirigidos a conjugar bienestar y observación no tienen por qué ser de uso exclusivo de los mayores.

Preocuparnos por nuestro bienestar, estar pendiente de él, recoger los datos informativos de nuestro estado, atender las recomendaciones derivadas, serán rutinas recomendables para conseguir un buen estado e incluso, en algún caso, para vaticinar alguna anomalía. Y estos, igualmente, no son hábitos restringidos a una determinada edad.

La asistencia al bienestar es otro servicio que viene a desdibujar los servicios de asistencia tal como los concebíamos hace unos años. No son solo servicios para paliar dificultades, sino para conseguir una salud mejor. No son, repetimos, servicios de uso exclusivo de los mayores.

5. Proliferación de soluciones

Y, como decíamos, en el embarcadero de la asistencia están recalando numerosos sistemas, hoy agolpados, añadiendo nuevos servicios, todos interesantes. Eso sí, como decíamos, agolpados; aún no están integrados, pero en poco tiempo lo estarán.

Este sin fin de alternativas forzó a añadir un nuevo nombre a la teleasistencia y este para muchos es el de avanzada. La Administración también lo define, indicando que son servicios que van más allá de los básicos. Define muchos servicios comentados más arriba.

Bajo el paraguas de la palabra avanzada se han cubierto muchas soluciones, algunas recogidas por los acuerdos de las administraciones, otras no. Hoy ya, es muy difícil relacionar todas las alternativas existentes.   

Sí parece que los usuarios desean servicios integrales y de calidad. En un estudio recientemente realizado por Allianz Partners; Cuidado de las personas mayores, indica que el 47% de los encuestados desean servicios unificados, y el 53% prefieren servicios premium, es decir más allá de los básicos.

Imagen de varios equipos de teleasistencia.
Imagen de varios equipos de teleasistencia.

6. Hay una legislación

Con relación a la teleasistencia hay una legislación en nuestro país que normaliza su servicio. En el documento señalado del CEAPAT, se pueden encontrar las leyes y acuerdos que dan marco normativo a la teleasistencia.

La legislación es necesaria tanto para fabricantes como para usuarios. A los primeros para fabricar atendiendo a la normativa, a los segundos, para tener respaldados sus derechos.

Además de los marcos normativos, también hay normas UNE. Los servicios de teleasistencia también están normalizados en relación a las normativas de calidad y seguridad industrial establecidas por la UNE.

En el documento del CEAPAT, arriba reseñado, se relacionan muchas de las normas UNE, relacionadas con la teleasistencia.

7. No nos olvidemos de la accesibilidad

La accesibilidad de los sistemas para todas las personas debe ser una de las condiciones a cumplir. Son obligatorias para los fabricantes y de derecho para los usuarios. Hay leyes de accesibilidad para los entornos físicos y virtuales, a cumplir obligatoriamente, pero sobre todo, moralmente recomendables de acatar.

Los mayores cada vez estamos más digitalizados, pero no todos lo están y al mismo nivel. Las soluciones deben ser asequibles a todos. A personas de más o de menos edad, o con alguna discapacidad.

Y sobre todo, aquellos servicios cuyo destino sea el de las personas más mayores, debe ser especialmente cuidadoso con la sencillez, no por lo más o menos preparados informáticamente que los usuarios estén, sino por las dificultades derivadas de su avanzada edad.  

Y como siempre defendemos en nuestros artículos, en los diseños es necesario, desde el principio, incorporar a los usuarios de todas las edades.

Hoy los productos hay que pensarlos para una perspectiva de vida muy larga. Hay que urdirlos para el ciclo de vida al completo.

8. Asistencia para el nuevo ciclo de vida

La teleasistencia como estamos viendo, se va ampliando a más colectivos, a más situaciones, a más dimensiones, a más tareas. La teleasistencia al dependiente va a ser una de las funcionalidades, entre otras muchas.

No va a estar solo relacionada con la solución de problemas, va a estar relacionada también con el bienestar. En una perspectiva de medicina preventiva, la monitorización a distancia, la vigilancia constante del estado de salud, será imprescindible.

En este sentido, la teleasistencia parece vislumbrarse como una forma nueva de hacer las cosas. Hoy la asistencia, sea cual sea, y para quien sea, será en una buena proporción “Tele”.

Puede imaginarse, y digo imaginarse, pues no es posible saber el futuro a ciencia cierta, que la teleasistencia no estará ligada a una determinada edad. Será una forma permanente de cuidarnos, para resolver problemas, pero de la misma forma, para cuidar nuestro bienestar.

Y está claro que deberá estar personalizada. No será la misma a una edad que a otra. No todos los estados de salud requerirán una misma solución.

La diversidad de soluciones, esa diversidad de soluciones tan comentada en este artículo, posiblemente hará posible la particularización de los servicios. Cada persona tendrá una solución a su medida.

La asistencia tendrá una perspectiva tan larga, como largo es nuestro ciclo de vida.

Revisión de texto; Ana María Llorca Román

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