Tecnología y servicios para cuidar nuestro bienestar, es un dúo con futuro.
Vivimos en una sociedad cada vez más longeva. Es un privilegio a cuidar, por todos y por cada uno de nosotros.
Implica sin duda un cambio en las formas de hacer las cosas, socialmente y particularmente.
Lógicamente, no todos son beneficios. Esta larga vida también trae inconvenientes que muchos son consecuencia de no afrontar estas nuevas circunstancias. No se pueden afrontar los nuevos problemas con clichés de épocas anteriores.
Índice
1. Nuevos tiempos, nuevas formas de hacer las cosas
Son muchos las reformas a hacer para agenciar una vida cada vez más larga y mejor. En este artículo solo nos refreiremos a las relacionadas con la salud y el bienestar, y que la tecnología puede ayudar a resolver.
Una es cambiar de sentido a la sanidad. No se trata de paliar enfermedades sino de prevenirlas. En este itinerario, el cuidado de la salud y su vigilancia toman una especial relevancia.
El cuidado de nuestra salud, de nuestro bienestar, no solo es un consejo sanitario, es una tendencia cada vez más seguida por un número mayor de personas. Es una meta para una gran mayoría. Recogemos principios de la OMS
Prevenir es tener hábitos saludables, pero también observar nuestro estado.
En otro artículo de este blog, La tecnología, imprescindible para alcanzar una buena larga vidahablábamos como la monitorización de la salud no solo es útil para avisar de anomalías sino para predecirlas.
En relación al cuidado del bienestar, igualmente. La observación constante de nuestro estado es muy conveniente para informarnos de cómo estamos, y para detectar posibles alteraciones.
Vida sana y observación es una buena pareja en esa nueva forma de hacer las cosas.
2. La tecnología sopla a favor
Este enfoque es posible, pues vivimos otras circunstancias. Tenemos inconvenientes, pero también muchos y grandes beneficios, y uno sin duda es la tecnología.
En el artículo indicado más arriba, comentábamos cómo la tecnología permitía una medicina y una asistencia a los mayores, a distancia. Cómo estas fórmulas amplían el periodo de autonomía e independencia de los mayores.
La tecnología a unos precios muy ajustados, de la misma forma, hace posible la observación de nuestro estado de bienestar, esa condición tan aconsejable para favorecer la prevención.
Hablábamos en otro artículo de este blog Smartwatchs, convenientes para los mayoresde las bondades de este tipo de dispositivos en la evaluación de nuestro estado de bienestar.
Bienestar y tecnología es dúo inseparable en los nuevos horizontes.
3. El cuidado del bienestar
En esta perspectiva, los servicios o sistemas dirigidos a conjugar bienestar y observación, no tienen por qué ser de uso exclusivo de los mayores. A cualquier edad pueden ser de provecho, pero sí es cierto que según nos acerquemos a los 50 años serán más aconsejables, y según nos acerquemos a los 60 serán más convenientes.
Preocuparnos por nuestro bienestar, estar pendiente de él, recoger los datos informativos de nuestro estado, atender las recomendaciones derivadas, serán rutinas recomendables para conseguir un buen estado e incluso, en algún caso, para vaticinar alguna anomalía.
Las funciones de los smartwatchs han ido por esta vía. Comenzaron evaluando el ejercicio y el deporte, hoy están más bien dirigidos a medir el estado de bienestar.
4. Reconocimiento de los servicios de bienestar
Es necesario que los dispositivos y servicios relacionados con el bienestar sean considerados por las autoridades sanitarias. No como evaluaciones médicas, simplemente reconociéndolos como elementos de apoyo, auxiliares, informativos, de referencia, dignos de tener en cuenta.
Estos dispositivos y servicios paulatinamente aumentan su fiabilidad, sus prestaciones ¿Por qué no reconocer por lo menos sus propiedades informativas?
5. Los dispositivos y los servicios han de mejorar
Hoy por hoy los dispositivos y los servicios todavía no están suficientemente perfilados para asistir adecuadamente al bienestar personal.
Los dispositivos, por ejemplo, los smartwatchs, no son totalmente accesibles al público y su software no es lo suficientemente sencillo, ni está claramente enfocado a la vigilancia del bienestar personal.
Por otro lado, los servicios existentes están más pensados para el apoyo de personas con alguna discapacidad, que para ayudar a la gestión del bienestar personal.
Propiamente servicios de asistencia al bienestar, con más o menos prestaciones, no son conocidos por mi parte. Y mi entender serían muy adecuados.

6. Tecnología y servicios para cuidar nuestro bienestar
El conjunto de dispositivos y servicios puede ser muy interesante para las personas y para el conjunto de la sociedad.
Asociar dispositivos y servicios puede ser una nueva vía de atención al bienestar de las personas y una ayuda estimable a la salud.
Servicios modulares asociados al bienestar, económicos, útiles, con un grado alto de fidelidad en los datos, seguro se abrirán camino entre todos, y entre los mayores, más. Precisamente por ser para todos y no exclusivos del colectivo de más edad.
Uno los módulos podría ser el aviso en caso de urgencia, funcionalidad útil a cualquier edad.
Esta modularidad y personalización a la hora de ofrecer los distintos servicios puede ser un acicate para abonarse a este tipo de soluciones.
7. Muchas personas viven solas
En la actualidad, casi cinco millones de personas viven solas en nuestro país. En concreto, 4.829.600, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, lo que supone un 10,2% de la población total, de las cuáles, casi la mitad son personas mayores de 65 años. 2.009.100 (un 41,9%), son mayores de 65 años. Esta cifra ha aumentado en un 3,3% con respecto al año anterior.
Estas personas, sean jóvenes o mayores, tienen una serie de necesidades parecidas. De ocio, de forma de gestionar las tareas del hogar, y sobre todo necesitan un apoyo para los casos de emergencia.
Estas soluciones de apoyo al bienestar pueden incluir distintos servicios, a elegir por el usuario según sus necesidades.
8. Nuevas oportunidades, nuevos servicios
En torno a la salud, al bienestar, a la asistencia, se esta acercando una gran transformación sustentada en la tecnología y en nuevos sistemas de organización por esta posibilitados.
En torno a la asistencia del bienestar, están apareciendo numerosas iniciativas, de tele consulta, de formación, de entrenamiento, de estimulación cognitiva, y así un largo abanico de alternativas, todas sustentadas en la tecnología.
El termino bienestar tiene un significado muy amplio y no para todos supone lo mismo. En este caso llamamos servicios de bienestar a aquellos que procurar mejorar la vida de las personas.
En este sentido y alrededor de este concepto, están girando muchos servicios cuya finalidad es ayudar a nuestro estado físico y mental, aumentar nuestra seguridad, y facilitarnos las relaciones con otras personas.
Algunas grandes compañías, aunque de forma muy incipiente, ya lo están haciendo.
Todas o en su gran mayoría asocian estos servicio a los mayores, pero esto no debería ser así. Muchísimas personas independientemente de la edad pueden beneficiarse de estos servicios, seleccionado aquellos módulos más acordes con sus necesidades.
Compañías de seguros, entidades financieras, de seguridad… podrían, junto a determinadas productos, incluir servicios de bienestar. Ganarían mucho sus servicios.
Las compañías relacionadas con la salud y la asistencia podrían tener estos servicios de bienestar para otras edades, quizás con módulos diferentes, pues al fin y al cabo son servicios asistenciales.
Y por último recordar a las empresas la importancia de incluir a los usuarios en el diseño de los productos, desde los inicios y hasta el final.
9. Todos y entre todos, los mayores
Muchos mayores no hablamos del tema de la asistencia, y ni siquiera de simples apoyos a nuestra salud, porque pensamos que con nosotros esto no va. Somos jóvenes, y es cierto, una gran mayoría llega en muy buenas condiciones a los 75 y más. Y esa etapa de los 55 a los 75, es para muchos una segunda juventud, además sin tener que trabajar, con dinero y con menos gastos. Por otro lado, muchos guardan las distancias con las Tics.
Pues bien, tenemos que cambiar de mentalidad, si también cambian los servicios, y vemos realmente que son para cualquier persona y para nosotros también. Como decíamos, son apropiados para cualquier edad, pero más convenientes según esta avanza.
Ya hemos contado arriba los beneficios de estas soluciones. Aprovechémonos. Hoy con pocos recursos será posible estar informados de cómo estamos.
Revisión de texto; Ana María Llorca Román
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