Monitor con titulo sobreimpreso; Teleasistencia avanzada para mayores y no mayores

La teleasistencia avanzada para mayores y no mayores

La teleasistencia avanzada para mayores y no mayores, es una nueva forma de ver estos servicios.

Ya en otro artículo explicábamos como “La tecnología es imprescindible para alcanzar una buena larga vida” . De esto somos todos conscientes, y de hecho hay muchas iniciativas destinadas a hacer realidad el sentido de la frase.

Desde la llamada economía plateada, o economía alrededor de los mayores, están surgiendo toda una batería de alternativas, en distintos campos, con la intención de cubrir las necesidades de una población cada día más longeva.

Y una de ellas sin duda, y además con muchos años de existencia entre nosotros, es la teleasistencia a las personas mayores.

Grandes empresas, organizaciones y organismos ofrecen soluciones destinadas a conseguir, una vida más autónoma y en casa, al colectivo de los mayores, mediante el uso de dispositivos más o menos tecnológicos.

El famoso botón rojo abandera este tipo de soluciones, como elemento imprescindible en cualquier solución de teleasistencia.

1. ¿Qué opinan los mayores?

El colectivo de mayores no es un colectivo homogéneo. Hay grandes diferencias según la edad. No es lo mismo tener 65 que 75 u 85 años.

En relación a la compañía también hay distinciones, según se viva solo, en pareja, con la familia o en una residencia.

Y luego esta las diversificaciones por razones económicas, culturales, de género o lugar de residencia.

Dicho esto, pienso que aún no hay una conciencia de que la tecnología sea nuestro aliado para abordar muchos años de vida con autonomía.

A excepción del botón, de ese auxilio en caso de urgencia, no hay una creencia generalizada en las TIC por parte del colectivo de mayores.   

Incluso no se desea tener el famoso botón, pues parece evidenciar una desventaja, una edad avanzada y dependiente. Estigma un poco, de ahí alternativas con diseños atractivos o orientados a disimularlos.

La teleasistencia tal como se ha planteado hasta ahora, se relaciona con la enfermedad, la disminución de facultades, la dependencia, con las edades avanzadas

2. Quienes ofrecen estos servicios

Las leyes de dependencia, una cada vea mayor longevidad, junto a otros factores, han favorecido el florecimiento de multitud de iniciativas procedentes de distintos sectores.  

Casi todas las comunidades autónomas tienen soluciones, con muy parecidas prestaciones.

Organizaciones como la Cruz Roja igualmente disponen de estos servicios desde hace años.

Las empresas especializadas en el cuidado y asistencia a mayores, ofrecen cada vez más servicios y más completos de asistencia domiciliaria. En este grupo se encuentran las empresas del sector sanitario.

Las compañías de telecomunicaciones no podían faltar a la cita y en su portafolio de productos albergan sus propuestas de asistencia.

Las compañías de seguridad domiciliaria, han añadido a la custodia de hogares, soluciones de auxilio personal.

Compañías de seguros y bancos, también las tienen.

Es imposible hablar de los cientos de sistemas ofrecidos por los cientos de empresas, si, vamos a por lo menos hablar de alguno, para que se hagan una idea de los distintos tipos de ofertas con las que podemos contar, en caso de interesarnos el servicio.

Señora con botón de aviso de teleasistencia
Señora con botón de teleasistencia

3. Diferentes tipos de servicios

En torno a los servicios básicos comentados, de aviso, nacidos hace varios años, se han ido añadiendo otros, siempre con cimentación tecnológica, con la finalidad de apoyar a los mayores, en cada vez más cuestiones, y de proporcionarles una autonomía durante muchos años.  

Son muchos y en otro artículo hablaremos de ellos, en este, nos referiremos a los más comunes, los más ofrecidos, los ofertados por muchas de las soluciones del mercado.

El más común es el del botón de urgencia, el del auxilio, con más o menos prestaciones. Con altavoz y micrófono para comunicarse en caso de urgencia.

Otro servicio, mucho menos ofrecido, es el de telemedicina, es decir, incluir en el sistema y en el lugar donde se encuentra el usuario, equipos de medición para testificar los valores de sus constantes vitales.

Por último, están los servicios de tele consulta. Son consultas médicas por videoconferencia, que van orientando al paciente en el tratamiento de su salud. Ahora con la congestión en la sanidad, están siendo muy demandados.

Como decíamos hay muchos más, muchos están apareciendo y evolucionando actualmente, y otros tantos están en fase de gestación.

4. Diferentes alternativas

Como comentamos más arriba, es imposible referirnos ni siquiera a una pequeña parte de las muchas existentes. Nos referiremos a algunas, a modo de ejemplo, eso sí, son propuestas muy conocidas, y son todas soluciones aptas.

4.1. Las soluciones de las empresas de asistencia

Las soluciones de empresas de este sector, del de los cuidados y la salud, son muy fiables. Llevan años de atendiendo a personas con más o menos capacidades, son buenas gestoras de recursos, de cuidadores, de servicios complementarios y estas soluciones tecnológicas vienen a ampliar, a reforzar y a facilitar las que viene haciendo desde hace años.

Damos dos referencias una la de Atenzia, que proporciona desde un servicio básico de teleasistencia de emergencia, a una solución integral y personalizada. Sus servicios de orientación medica se pueden sumar a los básicos de teleasistencia si el usuario los quiere contratar.  

Una segunda referencia es Cuidum, que aparte de los servicios básicos de emergencia, facilita una teleasistencia inteligente que permite la detección de situaciones de riesgo de forma automática, sirviéndose de receptores que se colocan estratégicamente en el hogar de la persona mayor. El sistema obtiene información sobre la actividad del usuario y transforma dicha información en patrones de comportamiento, y gracias a ello, es capaz de identificar y prever situaciones anómalas o de riesgo.

Por ejemplo, si la persona mayor comienza a dormir menos y a no salir de casa podría ser un síntoma de alguna alteración. Con estos datos se puede actuar en consecuencia y evitar males mayores.

4.2. Las soluciones de las administraciones

Muchas comunidades autónomas, proporcionan servidos públicos de teleasistencia. En este caso nos referiremos a una de ellas, la Andaluza.

Esta alternativa con años de éxito, en la Comunidad Autónoma Andaluza,provee de los siguientes servicios; Sistema de alarma en caso de emergencia, llamadas periódicas de seguimiento, recordatorios para tomar la medicación, y en caso de anomalías en la salud, los servicios de teleasistencia ponen en contacto al usuario con los médicos del SAS.

Hay varias tarifas, todas muy económicas, como pueden observar en el enlace proporcionado más arriba.

Es un servicio limitado, pero de calidad. Su inconveniente es no disponer de otros servicios complementarios que el sector privado si ofrece.

4.3. Soluciones de organizaciones sin animo de lucro

Ponemos como ejemplo en este ámbito la teleasistencia de la Cruz Roja, otro servicio muy conocido y económico. Con diferencia al anterior si dispone de servicios complementarios de utilidad.

Tiene un servicio básico de emergencia, con algún beneficio más, como puede ser el aviso para tomar la medicación o el recordatorio de citas médicas.

Sus otras prestaciones, son las de telemedicina con aparatos de medición, o las de seguridad con dispositivos para detectar situaciones de peligro tales como incendios o escapes de gas. Además de estos, custodian llaves, geolocalizan…

Imagen de un centro de control de teleasistencia
Centro de control de teleasistencia. Personas analizando la información de los monitores

4.4. Soluciones de otras empresas

En estos años han surgido iniciativas de teleasistencia procedentes de distintos sectores. Uno fue el de las telecomunicaciones. Sus principales empresas lanzaron alternativas hoy desaparecidas. En la actualidad solo tienen aparatos compatibles con los de teleasistencia.

Las compañías de seguridad, como Prosegur, prestan servicios de emergencia a través del móvil, pero siempre condicionados a tener un contrato de custodia del hogar.

Entre todas las soluciones encontradas, no queremos reseñar a ninguna, pues no nos ha sido facilitada la información suficiente, como para referenciarlas.

Si parece que las soluciones mejor planteadas, reúnen varios servicios en uno solo. Dan servicios de auxilio, telemedicina y tele consulta.  De esta forma el cliente disfruta de varias prestaciones en una misma plataforma, con un solo contrato.

Algunas soluciones, como una analizada del sector bancario, van buscando más la retención del cliente, que dar un servicio de asistencia. En el caso estudiado, el contrato es por tres años, periodo excesivamente largo para la contratación de un sistema tecnológico.  

5. La teleasistencia avanzada para mayores y no mayores

La teleasistencia está asociada a la dependencia. Recurrimos a ella cuando hay una notable disminución de facultades. La vemos como un recurso necesario cuando vislumbramos nuestra salud nos puede jugar una mala pasada.  Está asociada a una edad avanzada y a una disminución de facultades.

Esta imagen es consecuencia de como hasta ahora se ha plateado este servicio. El famoso botón, era la única tecnología disponible para atender a las personas mayores o con problemas de dependencia.

Hoy vivimos una situación muy diferente. En estos los últimos años se ha producido una eclosión de tecnologías, integraciones, aplicaciones, soluciones en la nube…

Como consecuencia, la asistencia domiciliaria se ha ampliado enormemente. La telemedicina, la consulta médica, la asistencia, la monitorización de la salud, se pueden realizar a través de Internet. Incluso podríamos decir que el futuro va a trascurrir por estos derroteros. La salud va a ser tratada de forma diferentes, con otros métodos y recursos.

6. La teleasistencia es mucho más

La teleasistencia hoy es mucho más.

Los servicios ya no solo están relacionados con la salud o las urgencias, muchos están destinados a salvaguardar el bienestar, tal como explicábamos en otro de nuestros artículos Tecnología y servicios para cuidar nuestro bienestar.

La pandemia ha desvelado todas estas posibilidades, pero aún no somos conscientes de su verdadera dimensión.

Por otro lado, como comentábamos en otros artículos, también están cambiando la forma de ver la salud y como cuidarla. Hoy una vida saludable y el seguimiento de nuestra salud son la base para vivir muchos años. Vida saludable y observación son muy importantes a la hora de construir una medicina preventiva.

Pues bien, en este panorama, la teleasistencia no tiene por qué estar únicamente destinada a afrontar situaciones de auxilio. Debe emplearse para asistir a nuestra salud. A nuestro bienestar. Los avisos, además, no se referirán a las situaciones de crisis, sino informarán de nuestro estado, bien para cuidarnos, o bien para informar de alteraciones a considerar.

Las edades para esta asistencia cambian. Cualquier persona puede beneficiarse de ella, cualquier persona que desee cuidarse o tener una vigilancia de su estado de salud.

La teleasistencia ha cambiado, se está transformando, y nuestra mentalidad la debería acompañar, en este nuevo camino abierto a un sinfín de posibilidades, de oportunidades para las empresas y de útiles servicios para los usuarios.   

Scroll al inicio