Mayores y no mayores, enfadados con la banca, por dos motivos principales. Uno, el aumento de las comisiones de mantenimiento de las cuentas; el otro, las dificultades para operar sí no eres competente digital.
Si sumamos la reducción de oficinas, muy preocupante en las zonas rurales, y una nueva estrategia de negocio no enfocada al cliente, nos encontramos a una buena parte de la población muy disgustada.
Los mayores particularmente están siendo muy perjudicados. Se encuentran con menos competencias digitales, con menos oficinas y con empleados dedicados a la producción y no a la atención. Encima, se les grava con comisiones de mantenimiento, mucha consecuencia de sus menores capacidades digitales, o de haber descendido sus ingresos al pasar a ser pensionistas.
Se están produciendo movimientos a consecuencia de este asunto, os enlazamos a un articulo del Diario Vasco que se hace eco de las protestas. Y a un videodeuna manifestación de pensionistas.
Índice
1. Los problemas de los bancos
Sin duda los bancos están sufriendo como todos los sectores la transformación digital de la sociedad. Se encuentran con nuevos competidores, nuevas formas de hacer las cosas, y sobre todo, la virtualidad del dinero está haciendo innecesarias una gran parte de sus ocupaciones.
Pero no todos son desventajas. Son entidades acreditadas, con prerrogativas para intermediar en las transacciones monetarias. Hoy todos, para pagar recibos o recibir la nómina o pensión, necesitamos una cuenta. Y ahí tienen otra ventaja.
Otra más son sus clientes. Tienen muchos, de muchos años y esta prerrogativa la han aprovechado, la aprovechan y están en condiciones de seguir haciéndolo si no meten la pata. Que contentos estarían, con esta oportunidad, Google o Amazon.
Pues bien, muchos de sus clientes son los mayores, precisamente los que más años llevan con ellos. Empezaron con sus libretas y de sus ahorros se sirvieron para poder prestar. Los mayores son los más necesitados de sus servicios, los más fieles y los más pudientes.
Un enfoque excesivo al accionista puede llevar al traste a empresas no suficientemente orientadas al cliente. Es decir, endurecer las condiciones puede mejorar sus resultados anuales, pero al mismo tiempo, hacerles perder una buena parte de la clientela. O tener un gran número de clientes enfadados, pendientes de la menor oportunidad, para irse a la competencia.
Los ciudadanos salimos muy perjudicados de la última crisis de origen financiero, ahora no deberíamos añadir a los problemas actuales, otros también del mismo origen.
Parece que hay una inercia acompasada a subir las comisiones de mantenimiento de cuenta o de endurecerlas a la hora de proporcionar la gratuidad del servicio. Si a esto le sumamos las dificultades en las operaciones, la banca se puede encontrar con un colectivo en su contra, precisamente el más fiel y adinerado.
2. El problema de los más vulnerables
Sabemos que con buenas pensiones o con cuentas abultadas hay menos preocupación, por el momento. El problema más acuciante, son los colectivos con menos recursos, o con discapacidad digital. En muchas ocasiones ambas situaciones van juntas.
Hay personas mayores muy perjudicadas por estos motivos. Pienso que deberían tomarse medidas y en muchos casos se están tomando, pero son insuficientes. Muchas de ellas las patrocinan fundaciones bancarias, pero a mi entender son más para proyectar una imagen amistosa que para resolver el problema.
A mi entender estos problemas se deben abordar sobre el terreno. Las oficinas deberían establecer turnos para mayores, o un servicio para mayores con pocas competencias digitales.
Las aplicaciones informáticas deberían tener versiones para mayores con menos capacidades. Figuerense en las dificultades de personas con más de 70 o 80 años.
El tema de las comisiones es más fácil de resolver. Personas mayores con cuentas pequeñas deberían estar exentas de comisiones, y no penalizadas por este hecho.
Por otro lado, las cuentas de personas con edades avanzadas deberían estar especialmente protegidas a los fraudes.
En el diseño de las aplicaciones informáticas, es necesario incluir a personas mayores o de menos capacidades, para obtener una buena usabilidad y accesibilidad.
Os recomendamos un artículo de 65 y más, muy ilustrativo. Los mayores, en pie de guerra contra la banca y su nuevo modelo de relación con el cliente
3. Un mercado más abierto
Según el II Barómetro de FUNCAS, 4 de cada 10 usuarios estarían interesados en los servicios financieros de Google y un 47% abriría una cuenta en esta compañía.
Hoy hay alternativas financieras y crecen exponencialmente. Las llamadas Fintech y Bigtech.
Las Fintech son aquellas empresas financieras tecnológicas que aportar nuevas ideas y que reformulan, gracias a las Tics, la forma de entender y prestar los servicios financieros.
BigTech son las soluciones financieras de las grandes plataformas tecnológicas, tales como; Google, Amazon, Microsoft o Apple.
El mercado español tendría que regularse con menos rigurosidad para acoger estas nuevas formas de hacer las finanzas, pues sin duda beneficiaría a los usuarios y ayudaría a los bancos a transformarse, no por el camino del provecho de su gran concentración y titularidad de entidad autorizada, sino por el de la competencia.
Abogar por una legislación menos estricta y alentar soluciones tecnológicas favorecerían al consumidor.
La actual rigidez regulatoria y la concentración bancaria, ni están favoreciendo al consumidor, ni al empleo. Miles de empleados de la banca están siendo despedidos.
Y esto está empezando. No hemos querido entrar en el mundo del blockchain y las criptomonedas. Sí decir que el mundo financiero ha cambiado y va a cambiar muchísimo más, por el sendero de la transformación digital y no por el de la rigidez normativa.
4. Oportunidades para todos
Este blog está convencido de los beneficios de la sociedad longeva, para los mayores y para toda la sociedad. La economía plateada, o economía alrededor de los mayores, va a tener un muy grande desarrollo. Sectores como el financiero, los seguros, el turismo, el ocio, la sanidad, la asistencia, van a crecer sin duda.
La banca, uno de ellos, debe sopesar los inconvenientes de proyectar una imagen negativa al colectivo de personas mayores. Ya viene arrastrando una pésima imagen de la crisis anterior. No sé si se recuerda el caso de las preferentes y los mayores.
Hoy la banca tradicional ha perdido sentido. Hay muchas alternativas. Más debe haber, y sería bueno que los gobiernos suavizaran la rigidez regulatoria. Deseando muchos están, esperando con ansia, la incorporación de las Bigtech.
La banca española tiene también virtudes, una es que ha sabido custodiar la privacidad de sus clientes, la otra, su gran clientela.
Entre todos sus clientes, los más fieles son los mayores. Deben pensar si el cambio que están haciendo va a ser con los clientes al lado o en contra.
5. Mayores y no mayores enfadados con la banca
Los mayores somos el colectivo más fiel a los servicios que nos prestan. Nos cuestan los cambios, nos cuesta más revindicar. Y esta forma de comportarnos no da muy buenos resultados.
Cambiar, como por ejemplo de banco, por muchos años que llevemos, es el camino para evitar se produzcan determinadas actuaciones. Hoy las empresas se transforman con facilidad, todo está cambiando y nosotros deberemos subirnos a este tren de alta velocidad. El cambio rejuvenece y estimula.
Hemos tenido la suerte de vivir muchos años, pero al mismo tiempo nos encontramos en una sociedad enormemente cambiante. Estas dos situaciones son compatibles, pero sin duda requiere un esfuerzo, seguir preparándose, actualizándose. La esperanza de vida en España es de 83 años, figúrense los cambios que puede ver una persona desde los 65 a los 85 años.
El colectivo de mayores es el más solidario. No debemos aguantar que a personas muy mayores con reducidos ingresos se les penalice con gastos adicionales por el mantenimiento de la cuenta.
Somos el colectivo más pudiente de nuestra sociedad, y esto además de darnos posibilidades nos da poder, utilicémoslo.
La banca debería pensar que no ser considerado con el mayor es ponerse en contra de toda la familia, es decir hijos. nietos…
Las empresas deben ser amigables con los mayores, así lo explicábamos en uno de nuestro post.
6. Mayores con tecnología
Mayores con tecnología es el lema de este blog. Vemos los tics imprescindibles para lograr una buena larga vida. Creemos que Longevidad y tecnología son dos buenas amigas.
En las finanzas estos presupuestos se hacen especialmente relevantes.
Las competencias digitales son indispensables para moverse con soltura en el ámbito financiero.
Obtener buenos rendimientos está unido a saber cambiar, modificar las domiciliaciones, las cuentas, dominar el certificado digital, saber moverse por internet.
Van a entrar nuevos agentes en las finanzas, como explicábamos, y esto nos va a beneficiar mucho, pero solo si nos sabemos mover en el ámbito digital.
En este artículo se ha recriminado a la banca, pero no tienen toda la culpa. Muchos de nosotros no tenemos competencias digitales porque nos cuesta y no nos hemos puesto a ello. No hemos aprovechado el tiempo para prepararnos en las Tics, a pesar de saber de sus bondades.
Somos muy autónomos y deseamos seguir siéndolo, cuantos más años mejor. Las finanzas son esenciales para conseguir la autonomía. Ahora, a nuestro favor, las podemos gestionar sin salir de casa, sin movernos, a un clic. No renunciemos a esta facilidad, preparémonos, hagámonos digitales. Figuraos cómo puede ser el mundo financiero dentro de 3 o 4 años, más allá es inimaginable.
Explicábamos en otros artículos cómo la música, la radio, las fotos hoy son digitales. Las finanzas también lo son. Digitalicémonos, la tecnología es nuestro bastón.
Revisión de texto; Ana María Llorca Román