La videoconferencia humaniza los hogares seniors. Es el modo de comunicación que más acerca a las personas.
En estos días de reclusión ha sido el medio más idóneo para encontrarnos, a nivel profesional y sin duda a nivel personal.
Numerosas personas mayores se han hecho expertos en esta herramienta, con tal de encontrarse con sus seres queridos. Ya antes de la pandemia era el colectivo que más la utilizaba, alcanzando las mismas cifras que los jóvenes menores de 25 años.
Hoy todavía no se sí se han actualizado las estadísticas al respecto, pero seguro se ha incrementado el número ostensiblemente.
Índice
1. Hagamos un poco de historia
La resistencia al uso de la videoconferencia no ha sido poca. Los profesionales de este medio han pasado años explicando sus beneficios para la productividad de las organizaciones, la preservación del medio ambiente y para obtener una mayor calidad de vida de las personas.
Para introducirla, incluso las opciones de software se han facilitado de forma gratuita, o se han incluidos en paquetes como ejemplo Microsoft 365.
Gracias a estas facilidades, y a ese ir por delante, hoy podemos decir que la videoconferencia ha salvado muchas empresas, ha posibilitado otras formas de trabajar y gracias a ella nos podemos plantear otras maneras de hacer las cosas.
En el terreno particular ha ocurrido lo mismo. Hoy la videoconferencia ha acercado a muchas personas, ha ayudado a mitigar la soledad de otras, y ha puesto en nuestras manos una forma distinta de mirarnos a la cara, a vernos de una forma semejante a como lo hacemos en la realidad. Hablamos de este tema en nuestro ¿Mitiga la tecnología la soledad de los mayores?
Ha reunido a familias, cada una en un sitio, ha permitido realizar encuentros e incluso hacer celebraciones.
2. Las comunicaciones en el primer plano de las necesidades
Posiblemente después de una economía holgada y una buena salud, la comunicación con los demás sea nuestra otra gran necesidad.
Las relaciones sociales, las comunicaciones, ocupan un lugar preferente en nuestras vidas. De ahí la proliferación de redes, de chats, de diversas formas de contactar. Como siempre, deseamos relacionarnos. La diferencia está en que hoy tenemos a nuestro alcance miles de formas de comunicarnos, lo hacemos a la velocidad de la luz y en nuevos espacios como son los virtuales.
La comunicación ha sido y seguirá siendo una de nuestras necesidades principales. Hoy se multiplican las formas de llevarla a cabo, y una es la videoconferencia, para nosotros la más humana, después claro está, de los encuentros presenciales.
3. La videoconferencia en los hogares
Si bien la videoconferencia ha avanzado mucho en las organizaciones, y en el teletrabajo es una herramienta ya habitual, en cambio, en los hogares no ha evolucionado igualmente.
Sí es verdad que, sobre todo durante esta pandemia, se han hecho millones de videoconferencias, pero lo cierto, es que falta mucho para que se convierta en un medio preferente. El teléfono o el chateo son, hoy por hoy, mucho más utilizados.
3.1 Algunas dificultades
Hay muchas circunstancias por las cuales la videoconferencia no ocupa un lugar predominante en las comunicaciones. Unas son de índole técnico, y otras tienen que ver con nuestros hábitos y costumbres.
No estamos suficientemente habituados. Nos produce un cierto miedo escénico.
La videoconferencia todavía no forma parte de los elementos de la casa. Las sesiones las hacemos en el ordenador, en el móvil, pero no por la televisión. La televisión en la mayoría de los casos no está implementada con los elementos precisos para, aparte de ver contenidos, comunicarnos con nuestros amigos y familiares.
Hay dificultades técnicas para convertir la televisión en un sistema de videoconferencia. No son muchas, pero las suficientes para alejar a muchas personas de esta solución. Hay televisores con sistemas operativos, tales como Google TV, a los cuales podríamos añadir algún software de VC, pero hay dificúltales a la hora de incorporar una cámara al sistema.
3.2 Algunas alternativas actuales
La solución más sencilla es incorporar un PC a nuestro sistema de audio y video, pero esta alternativa ni es muy conocida, ni mucha gente está dispuesta a emplearla. Adjuntamos enlace a un artículo nuestro en el que hablamos de este tema; Los contenidos por Internet.
Otra solución de éxito entre todos y entre los mayores más, son las VC que se pueden hacer con los asistentes tipo Alexa u Ok Google. Se puede realizar en sus dispositivos, pero difícilmente fuera de estos.
Por otro lado, no hacemos buenas conferencias, y este hecho aleja a muchas personas de este medio. En otro artículo de este blog explicábamos Como hacer una buena videoconferencia. No es cuestión de dinero, simplemente de tener algunas cosas en cuenta.
Como comentábamos, nos falta una mayor integración, que debería haberse producido ya, llevando la videoconferencia a dispositivos más utilizados e idóneos, como es la televisión. La videoconferencia está en nuestros hogares, pero no plenamente integrada, como un elemento más de la casa, tal como estuvo el teléfono antaño.
3.3 Una futura solución
Como decíamos, todavía falta un poco para la integración completa de la videoconferencia en los hogares, en las cosas de las casas. Pienso que, con la experiencia acumulada durante esta pandemia, con seguridad, las compañías en breve, ofrecerán novedades para recorrer este corto tramo pendiente.
Todo ya está inventado y funcionando en otros escenarios, como es el profesional. Falta su adaptación a la vida cotidiana de las personas.
Sería bueno para esta integración una dirección de casa a la cual pudieran llamar y entrar uno o varios conferenciantes, si son recibidos; y poder recoger la llamada en cualquiera de los dispositivos existentes. Estas dos funcionalidades podrían ser muy útiles para establecer comunicaciones fluidas, cómodas y naturales.
La combinación de direcciones de hogares y particulares puede dar a la videoconferencia un buen empujón.
Si además a estas soluciones arriba descritas, añadiéramos la posibilidad de que unos sistemas pudieran llamarse a otros, la videoconferencia se situaría entonces más a ras de los intereses de los usuarios. En este itinerario ya hay empresas con alternativas muy integradoras, pero todavía en el campo profesional, como es el caso de Pexip.
4. Asistencia y videoconferencia
Como hemos venido diciendo en este blog, la larga vida tiene un viento favorable, y este es la tecnología.
Las TIC nos dan facilidades y felicidades. La tele asistencia, la tele medicina, nos están permitiendo y nos van a seguir posibilitando una vida autónoma y en nuestros hogares.
Los sistemas de asistencia disponen de muchas funcionalidades, y una de ellas es la comunicación. Generalmente la más habitual, y en algunos casos casi única, es el famoso botón de aviso y el intercomunicador para hablar en caso de emergencia. Pero en ningún caso disponen de sistemas de videoconferencia.
Solo los servicios de tele consulta médica disponen de estos sistemas para comunicar al médico con el paciente. Lo mismo ocurre con los de telemedicina, algunos incluyen igualmente las videoconferencias.
Pero en general no está integrada en las soluciones de teleasistencia. Solo contadas alternativas posibilitan la llamada por videoconferencia a familiares o cuidadores, pero solo con una concurrencia simultánea de dos participantes.
Resumiendo, la videoconferencia no está integrada en los sistemas de asistencia, por ahora.
4.1 La asistencia avanzada
En la asistencia siempre han estado presentes las comunicaciones y se empezó por la más primordial, el aviso en caso de emergencia.
Actualmente hay cada vez más soluciones, con cada día más funcionalidades. Desde distintas procedencias surgen opciones con alguna nueva aportación. Hay una gran proliferación de alternativas.
Por esta razón la integración de sistemas parece ser el camino para dar una asistencia cada vez más rica en servicios y personalizada. Soluciones con muchas variantes y modulares, permitirán dar asistencias pensadas en cada persona.
La videoconferencia es uno de las funcionalidades a integrar, a entrelazar con las otras.
Normalmente en una asistencia concurren muchas personas: están el usuario, los familiares, los cuidadores, el centro de asistencia, los médicos.
La videoconferencia podría ser un servicio más a proporcionar; en muchas ocasiones ya es imprescindible, como es el caso el de las consultas médicas.
La videoconferencia podría ser una prestación de calidad, sobre todo humana; y la más parecida a los encuentros presenciales. La más precisa para detectar el estado y ánimo de los asistidos. La más idónea para dar compañía, para animar, para establecer relaciones entrañables.
4.2 La videoconferencia en la asistencia
Las dificultades para integrar la videoconferencia en la asistencia son muchas.
En primer lugar, no está claro quién va a proporcionar el sistema de VC al usuario. Si es el mismo, o la empresa proveedora.
Pienso que lo más sensato es que las personas tengan su propio sistema de videoconferencia en casa y el proveedor del servicio se conecte a este, de la forma precisada por el usuario.
También podría ofrecerse por las empresas, para aquellos casos en que los usuarios no dispusieran de esta.
Suponemos que estas posibilidades se irán aclarando con el paso del tiempo, según vayan evolucionando las tecnologías y las demandas de los clientes.
Sí nos queda claro la necesidad e idoneidad de la videoconferencia para los servicios de asistencia y los enormes beneficios que reportarán.
5. Soluciones accesibles
El futuro diseño de la videoconferencia en los hogares, o la de los servicios de asistencia, deben estar pensados para todas las edades, para un ciclo de vida con un recorrido muy largo, en donde se encuentran personas muy jóvenes y muy mayores.
A todas, estas soluciones les pueden ser muy útiles, pero seguro a los mayores un poco más. Las menores facultades, la soledad de muchos de sus miembros, las necesidades asistenciales, hacen que la videoconferencia sea más que necesaria.
Los diseños deben ser pensando en todos y realizados con la participación de los usuarios, de los mayores en este caso. Incluir al mayor en el diseño es incluir a un colectivo que en el 2050 será el 40% de la población española y actualmente ya es el 20%.
6. La videoconferencia humaniza los hogares seniors
La videoconferencia puede hacer más humanas nuestras relaciones, aportando su fidelidad.
Necesita que se den pasos para su integración en los hogares y en los sistemas de asistencia. También se han de cuidar sus sesiones.
Sobre todo, que las soluciones sean accesibles a todas las edades sin exclusión.
La videoconferencia no va a sustituir a otros muchos medios, pero sin duda hoy no ocupa el lugar preferente que el futuro le tiene destinado.
La videoconferencia necesita de un mayor cuidado, de una preparación, es más intensa que otras comunicaciones, pero es mucho más genuina, más auténtica, y sin duda reporta muchos más beneficios psíquicos a las personas.
Sin duda lo importante es llamar a la persona querida, no la videoconferencia, pero sin duda esta va a ayudar a unas relaciones más humanas.
Revisión de texto; Ana María Llorca Román