Dibujo de ciudad con el titulo del articulo

Ciudades amigables con los mayores

Ciudades amigables con los mayores, es un objetivo de la OMS (Organización Mundial de la Salud), cuyo fin es promover ciudades con estructuras y servicios encaminados a conseguir un envejecimiento activo y saludable.

El IMSERSO, a través de un Acuerdo de Colaboración con la OMS, es el organismo encargado de promocionar este proyecto en España. El IMSERSO junto con el Ceapat, informa, conciencia, presta asesoramiento técnico a interesados, les auxilia en el proceso de inscripción, forma, organiza encuentros. En resumen, ayuda a la incorporación de ciudades y comunidades españolas a la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores.

El Ceapat (El Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas) asesora sobre accesibilidad universal y productos y tecnología de apoyo, durante el desarrollo del Proyecto.

La OMS cuando habla de ciudades se refiere también a pueblos. El IMSERSO incluye el termino «Comunidades» para subrayar la vocación del proyecto también hacia el entorno rural.

1. Objetivo del articulo

En este articulo pretendemos explicar qué son las Ciudades y Comunidades Amigables con las personas mayores, cómo las personas mayores podemos participar y protagonizar esta iniciativa   y cómo la tecnología puede ayudar a la consecución de ciudades más amigas de todos. También pondremos un ejemplo para situarnos en el terreno de lo concreto.

Para la elaboración de este artículo hemos partido de la información facilitada por el IMSERSO, órgano representante en España de la OMS, para este asunto.

En muchos casos hemos copiado literalmente definiciones y explicaciones del IMSERSO, poniendo entre comillas los párrafos para indicar su procedencia externa.

El IMSERSO es mucho más que viajes, es un organismo de gran solera de nuestro país, con muchas encomiendas, entre las que se encuentra la asesoría a ciudades y comunidades españolas que deseen convertirse en amigables.

2. Poblaciones mayores y en las ciudades

La causa por la cual la iniciativa de Ciudades Amigables surgió, fue la convergencia de dos sucesos, uno el de la longevidad de las sociedades modernas, el otro la tendencia a vivir en las ciudades. El futuro se perfila con una población cada vez con más años y viviendo en las ciudades.

En Europa en el 2050 el 31 % de la población tendrá más de 60 años y en el 2030 el 78% vivirá en las ciudades. Esta tendencia se extiende por todo el planeta.

Esta situación y el futuro vislumbrado aconsejó ir tomando medidas y una de ellas fue la de ir conformando ciudades adaptadas a los nuevos tiempos.

En España hay 197 ciudades y pueblos comprometidos, repartidos por toda la geografía nacional.  En el mundo hay más de 1000 ciudades de 41 países, que agrupan a más de 240 millones de ciudadanos.

3. ¿Qué son las ciudades y comunidades amigables?

Conformar ciudades amigables con los mayores, así como con cualquier otro colectivo, es una obligación de cualquier comunidad, con todos y cada uno de sus integrantes, independientemente de la edad, sexo, estatus social o capacidad.

“Una ciudad o comunidad amigable con las personas mayores es un entorno integrador y accesible que fomenta el envejecimiento activo y saludable, y en el que es fundamental la participación de las personas mayores”.

“De forma muy resumida podríamos decir que una ciudad o comunidad amigable con las personas mayores es un buen lugar para envejecer, donde las políticas, los servicios y las estructuras relacionadas con el entorno físico y social se diseñan y reorganizan en un proceso de mejora continua”.

“Las ciudades y comunidades amigables con las personas mayores promueven el envejecimiento activo y saludable. Por tanto, se preocupan por el bienestar durante todo el curso de la vida, ayudando a que las personas mantengan su independencia por el mayor tiempo posible y proporcionando atención cuando es necesario, con respeto a su autonomía y dignidad”.

“Una ciudad amigable con las personas mayores reconoce la diversidad de las personas mayores, respeta sus decisiones y opciones de forma de vida, anticipa y responde de manera flexible a sus necesidades y preferencias relacionadas con el envejecimiento activo, promueve una cultura de inclusión compartida por personas de todas las edades”.

Esquema sobre arreas de mejora de las ciudades amigables
Esquema sobre áreas de mejora de las ciudades amigables

4. Áreas a transformar en las ciudades y comunidades amigables

La metodología de la OMS propone ocho áreas del entorno urbano y social a cambiar.

Estas áreas en principio son objeto de diagnóstico, y a partir de los datos, de transformación, siguiendo un plan elaborado al principio y en un espíritu de mejora continuada. 

Estas áreas son las siguientes

  • Espacios libres y edificios.
  • Transporte
  • Vivienda
  • Respeto e inclusión social.
  • Participación social
  • Comunicación e información
  • Participación cívica y empleo
  • Servicios sociales y de la salud.

5. Los ayuntamientos

Los ayuntamientos son las organizaciones que pueden solicitar su adhesión al proyecto de ciudades amigables. Para ello deberán proponerse hacer de su ciudad un entorno amigable a las personas mayores. 

Adjuntamos un enlace a un folleto del IMSERSO, para los ayuntamientos, en el que de forma breve orienta a estos sobre los pasos a seguir.

Es importante destacar como el IMSERSO dirige su actividad en este área tanto a ciudades como a pueblos, para tratar de contribuir a reducir la distancia entre ambos mundos.

Es un proceso largo, de años, de adaptación de la ciudad y de diseño, de mejora continua.

6. La participación ciudadana es imprescindible

La participación de las personas es fundamental en los proyectos de ciudades amigables. En principio los proyectos parten desde arriba, desde los gobiernos de las ciudades, para después incorporar inmediatamente a los mayores.

Y esto es así si los gobiernos toman la iniciativa. Pero si no la toman. ¿Debemos esperar, o comenzar a andar? 

Pienso que los mayores debemos protagonizar la amigabilidad de las ciudades y pueblos solicitándola a los ayuntamientos si no está en su programa y si lo está incorporándonos desde el inicio al proceso.

Es indispensable en cualquier caso la concurrencia de ciudadanos y gobiernos, pero muchas veces en parcelas concretas podremos ir avanzando como posteriormente explicaré con algún ejemplo.

Una sociedad en red nos permite organizarnos de otra forma, además de las tradicionales de arriba abajo o de abajo a arriba. Las nuevas comunicaciones y las redes sociales pueden cambiar las formas de participar y colaborar.

Las nuevas formas de organización en red pueden enriquecer el proyecto, facilitarlo, incrementar la participación y la colaboración, como decíamos.

Pienso que a veces esa amigabilidad se puede plantear en pequeñas comunidades o pueblos y dar pasos en estos entornos reducidos, sobre todo en aspectos más dependientes de las personas y menos de los gobiernos.

La iniciativa de ciudades amigables debe ser también de los ciudadanos.

7. Mi entorno mas cercano como ejemplo

Muchas veces hablamos de estos proyectos de forma muy general, sobre todo cuando se refieren a grandes ciudades. Se quedan a veces en solo imagen o estancados por falta de ingenio o de medios.

A modo de simulación he tratado de imaginar cómo sería este proyecto en una pequeña comunidad, y qué cosas podríamos hacer los ciudadanos a partir de nuestras propias fuerzas.

Parto de una urbanización de más de 1200 viviendas de diferentes superficies, con uno a varios dormitorios, por tanto, con más o menos personas viviendo en cada casa.

La urbanización tiene una organización antigua pero definida, dispone de un club social y deportivo, amplios parques y zonas comunes. Hay personas de todas las edades, con vivienda en propiedad o alquilada, de distinto nivel cultural y económico. Dispone de servicios, transporte y centro de salud cercano. Es bastante accesible.

Pues bien, esta urbanización podría ser amigable con los mayores. Es una comunidad pequeña, organizada, con recursos y con las bases para llevar a término esta meta en muchos aspectos con sus propias fuerzas.

En primer lugar, habría que contar a los mayores. No se sabe la edad de los vecinos, cuestión fundamental para saber por ejemplo cuantos mayores hay, que edad tienen y donde viven. Este dato seria ahora muy interesante durante el Covid para por ejemplo prestar ayudas.

En los órganos de gobierno no hay una figura para representar a los mayores. Esto mismo ocurre en el club social.

En el club social, no hay actividades para mayores, entendiendo mayores a todos, no solo a los mayores de 65. No hay conferencias, encuentros, formaciones o actuaciones, cuando hay amplios salones.

En el ámbito deportivo tampoco se tiene en cuenta a este colectivo.

En cuanto a las comunicaciones también está muy atrasada. No hay videoconferencia, ni redes sociales ágiles, y la web tiene poca utilidad para los vecinos. Solo algunos bloques disponen de un grupo WhatsApp y son de gran utilidad.

Como podéis ver todas estas problemáticas, y alguna más no mencionada, se podrían abordar sin inversiones, simplemente con la acción de los vecinos.

Con este ejemplo he tratado de revelar como independientemente de las acciones gubernamentales, los ciudadanos podemos recorrer caminos sin apenas costes económicos adicionales. Y en esta inercia, como veremos, la tecnología nos favorece, es un gran vendaval a nuestro favor.

Imagen de hombre y mujer con sus ordenadores
Hombre y mujer juntos utilizando sus ordenadores

8. La tecnología, la gran compañera

La tecnología no es un aspecto muy tratado en el Proyecto de Ciudades Amigables para los Mayores. Seguramente porque sus inicios se remontan al año 2005.

Hoy a nuestro entender las tecnologías van a ser un elemento clave en futuro de las ciudades llamadas a ser inteligentes, inercia incipiente, pero en crecimiento exponencial. Esta inteligencia deberá servir a las personas y entre ellas está al grupo de los mayores.

En su diseño es fundamental la participación de los ciudadanos de todas las edades. Muchos proyectos de este tipo se hacen por magníficos técnicos, pero sin consultar a los ciudadanos. Debemos solicitar la participación en los proyectos de ciudades inteligentes. 

Por otro lado, como decíamos las comunicaciones y redes están favoreciendo otras formas de organización, de hacer las cosas, de participar. En nuestro artículo ¿Mitiga la tecnología la soledad de los mayores?  hablamos de las redes sociales de barrio, de las redes de mayores. Del WhatsApp como red social muy útil para las personas mayores.

Otro ejemplo es la forma de participar. Hoy con los medios telemáticos existentes muchas decisiones sobre muchos asuntos se podrían decidir por votación telemática directa. Esto por ejemplo sería posible en la urbanización comentada o también en pequeños pueblos o en barrios en temas de su incumbencia.

Otra parcela seria la accesibilidad. Hoy hay muchas tecnologías que ayudan a hacer la vida más accesible a aquellas personas con dificultades. Aplicaciones que te leen, asistentes virtuales a los que ordenar, son algunos de los ejemplos de los cientos existentes. Hablamos de estas ventajas en dos artículos nuestros Hablemos con Alexa y Nuestro compañero el smartphone.

Como decíamos el Ceapat es un organismo muy especializado en la  accesibilidad y del que podemos obtener mucha información.

Otra área en la que la tecnología es imprescindible es la de la salud y la asistencia domiciliaria. La monitorización remota de la salud desde los centros sanitarios   y la teleasistencia tecnológica serán imprescindibles para conseguir una buena larga vida y poderla costear.

9. Ciudades amigables para los mayores y felices para todos.

Pudiera parecer este articulo una apelación a la sociedad para conseguir un buen trato a los mayores. Nada más lejos.

La humanidad es más longeva por estar retrasando su envejecimiento. Es consecuencia de una sociedad moderna y adelantada, de progreso científico y técnico, avanzada socialmente. 

Como decíamos en el artículo Beneficios de una sociedad longeva, la longevidad es un privilegio para los beneficiados y para la sociedad en su conjunto, está unida a una nueva economía, llena de posibilidades, oportunidades y provechos. 

Esta nueva conformación de la población necesita reformas y una es la adaptación de la ciudad, transformación imposible si los mayores no participamos activamente.

Protagonizar, participar en la amigabilidad de las ciudades, en el diseño de las ciudades inteligentes será muy importante si deseamos una ciudad en la que estemos todos integrados.

4 comentarios en “Ciudades amigables con los mayores”

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